Termómetros infrarrojos: Qué son y cómo funcionan?

Evolución del termómetro

El termómetro láser o el termómetro infrarrojo no es un instrumento antiguo; de hecho, es la mejora electrónica del termómetro de los años 1930 que ayudó a industrializar los primeros termómetros sin contacto. Actualmente, es un instrumento básico e imprescindible en cualquier centro de salud, así como para cualquier particular. Gracias a su uso extremadamente sencillo, el termómetro es accesible a todo el mundo.

La ciencia permite cada vez más a las personas curarse a sí mismas a través de una tecnología más simplificado para su uso. Los especialistas han llevado a cabo investigaciones para mejorar la mecánica de los termómetros infrarrojos, así como para mejorar el cálculo de la temperatura y la forma de mostrarlo. Gracias a estas investigaciones, la tecnología en el mundo de la salud permite ganar en facilidad de uso, en calidad y en precisión.

La tecnología más práctica, rápida y precisa es la del termómetro  infrarrojo. De forma general, cada cuerpo tiene una radiación infrarroja que varía con la temperatura. Lo que hace el termómetro es medir estas radiaciones y calcular la temperatura. Este mismo principio podemos encontrarlo en las cámaras infrarrojas.

Funcionamiento del  termómetro infrarrojo

Un termómetro de infrarrojo está constituido por:

Un sensor

Un sistema óptico

Una unidad de cálculo con algoritmos

Específicamente, la señal pasa primero por una lentilla situada en el sensor. A continuación, esta señal es amplificada y transformada proporcionalmente según la potencia hasta la temperatura del objeto medido.

Ventajas de los termómetros infrarrojos

La ventaja de los termómetros infrarrojos, es su funcionamiento a distancia que evita el contacto directo con el objeto medido y  además, permite medir la temperatura de cuerpos en movimiento. Es por ello que a menudo este tipo de aparatos se denominan termómetros sin contacto.

La tecnología sin contacto es perfecta para medir la temperatura de los bebés, incluso cuando están durmiendo, sin necesidad de despertarlos u ocasionarles molestias.

Tenga en cuenta que los termómetros sin contacto son más precisos y sensibles. Cualquier objeto que intervenga entre el elemento a medir y el termómetro es considerado como un obstáculo y puede interferir en la lectura correcto de la temperatura.

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